Fernández Ocampo, la vela y su pasión hereditaria


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Segundo desafío paralímpico para Juan Fernández Ocampo, quien ya representara a la Argentina en Londres 2012, en la categoría 2.4mR. Fue una dura puja con Tomás Sáez Raffaelli que se definió en Hyères, Francia. Igual que hace cuatro años, será el único timonel nacional.

A sus 40 años ya tiene más de tres décadas de experiencia en el yachting: “Empecé a navegar de forma recreativa a los 7 años en Optimist en la sede Núñez del CUBA. Mi viejo en esa época tenía un doble proa de madera; solíamos navegar en familia y fue él quien me estimulo a que empezara con el deporte”. En 1999 disputó en Holanda su primer campeonato internacional, en la clase Laser.

Poco después sufriría un accidente que le dejó como secuela una paraplejía, pero no lo alejaría de su pasión: “Desde ese entonces comencé un camino largo y dificultoso, tuve que pelear por mi vida, aceptar que no volvería a caminar y que ya no podría navegar en Laser y J-24 como antes”.

En la vela adaptada siguió navegando aguas de Argentina y Australia, de Estados Unidos y Francia, de Alemania y Brasil…

-¿Qué progreso experimentaste en estos años?

-Desde que tengo un entrenador que se dedica solo a dos o tres timoneles siento que he progresado mucho. El 2.4 es una categoría que tiene mucho de puesta a punto y él me ha ayudado mucho en ese sentido.

Se refiere a Agustín Zucati, el entrenador que ya lo acompañó a la Marina da Glória, en la Bahía de Guanabara, donde se realizarán las regatas de los Juegos Paralímpicos. “La idea es hacer un reconocimiento de la zona de regatas y realizar entrenamientos allí, ya que la Bahía es muy especial por sus vientos y corriente cambiante”, explicó Zucati. Además de una semana intensiva en Río de Janeiro, entrenaron dos veces por semana y compitieron en dos o tres campeonatos internacionales al año. Además del aporte económico oficial, recibe la contribución de la Federación Argentina de Yachting, “que gestiona y administra las becas y apoyos”, aclara Juan, sin olvidar al sostén que seguramente sea el más importante de todos: “el apoyo de toda mi familia que siempre están pendientes de mis resultados en las distintas competencias”. Fuera de su actividad deportiva, Fernández Ocampo se dedica a la fabricación de sillas de ruedas de fibra de carbono.

No habrá adversarios sorpresivos en la cita carioca, ya los tiene bien. “Seremos 16 timoneles y a todos los conozco de distintos campeonatos a lo largo de estos años. Los candidatos a medallas seguramente serán Francia, Inglaterra, Alemania y los Estados Unidos”, resume, antes de aclarar que estima que él podrá estar “entre el octavo y el décimo lugar”.

-Más allá de la vela, de las regatas, ¿qué significa ir a tu segunda cita olímpica representando al país?

-Sin duda que será muy emotivo, porque tengo la suerte de llevar a una gran hinchada de lujo: en Río estarán mi mujer, mis padres y mi hermana para disfrutar conmigo este gran evento.