Tenis para ciegos, un deporte que crece


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«Salía de mi Centro de Desarrollo, en Caballito, y se me acercó una mamá con sus dos hijas, de no más de 8 años. Y me preguntó si ellas podían jugar al tenis. La pregunta me mató y no sabía qué responderle. ‘Me encantaría’, fue mi respuesta. A partir de ese instante, empecé a averiguar e investigar, y así comenzó la historia». Lo cuenta Eduardo Raffetto, director del programa de Tenis para Ciegos y disminuidos visuales de Argentina, que se desarrolló la semana pasada en el Centro Burgalés. «Hace más de cuatro años que estamos trabajando y somos el único programa con estas características en Argentina y Sudamérica», resalta, orgulloso.

– ¿Qué balance hacés del curso que brindaste la semana pasada?

– Fue excelente, con más de 45 participantes de todo el país, y entre el 1º curso y éste llevamos más de 110 profesores capacitados. Y hubo personalidades de alto nivel como Javier Frana (ex tenista), José María Balladares (Presidente del Comité Paralímpico Argentino), Román Barros (ex psicólogo de los Murciélagos), Cristina Oyarzabal (profesora de ciegos), Daniel Haylan (Director de Deportes y turismo de la CONADIS), Víctor París (oftalmólogo del Cenard) y Esperanza Elgart (profesional graduada en Ceremonial y Protocolo).

– ¿Cómo se desarrolla el Tenis para Ciegos en el mundo?

– En febrero de este año se realizó en Texas el Primer Congreso Mundial. Ahí, con la presencia de 10 países, se creó la Asociación Internacional de Tenis para Ciegos (IBTA) y nosotros somos representantes de Argentina ante dicha entidad.

– ¿Y en Argentina cómo es?

– Hace muy pocos meses se creó la Asociación Argentina de Tenis para Ciegos, que es la entidad que regula el tenis para ciegos en nuestro país. Es un orgullo para nosotros ser la única en Sudamérica y la tercera en el mundo. Y la Asociación es la encargada de difundir éste deporte en toda la Argentina a través del PTCArgentina, único programa autorizado por la Asociación. Y el 29 de septiembre, en la ciudad de Rosario, la Fundación Estar, con Eduardo Schwank a la cabeza, lanzó la primera escuela para personas con discapacidad visual en su localidad.

– ¿Este programa está apuntado a cualquier persona?

– Está abierto a la comunidad, pero dirigido especialmente a todas aquellas personas ciegas y disminuidas visuales con ganas de vivir la experiencia de aprendizaje del tenis. Las clases son a partir de los 4 años, y todas las clases son gratuitas.

Los interesados pueden contactarse a través de:

Página web: www.tenisparaciegos.com.ar

Mail: [email protected]

Cel.: 15-5407-7327

Twitter: @tenisparaciegos

Facebook: /tenisparaciegosargentina

 

¿Sabés como se juega al tenis para ciegos?

La cancha es del tamaño de una de bádminton (Largo: 13,40 mts. y ancho: 6,1 mts), algo más chica que la convencional (Largo: 23.77 mts. y ancho 10.97 mts).

Las líneas tienen relieve, gracias a una cuerda de 3 mm pegada al suelo bajo una cinta de papel. Los jugadores van tocando el piso con pies, manos y/o raqueta como para ubicarse en la cancha.

La red es apenas más baja (80 cm en el centro y 85 cm en los lados) que en la convencional (91 cm en el centro y 1.07 mts. en los bordes).

Se usan raquetas «junior», las que habitualmente usan los más chicos para aprender, ya que son más livianas y maniobrables.

Luego de ubicarse en la cancha, el que saca debe gritar «va» y el que recibe «listo», para dar comienzo al juego.

El jugador dispone hasta 3 piques antes de devolver la pelota hacia el otro lado.

Los torneos de Blind Tennis se juegan con los ojos vendados, más allá del nivel de cada jugador, para igualar las posibilidades de todos.

El conteo es igual al convencional en puntos y sets, excepto que después del 40-40 no hay ventaja.