Powerchair football | Gonzalo Vilariño: "Estos chicos pueden crecer mucho más todavía"


Compartir

La Selección Argentina de powerchair football, fútbol sobre sillas de ruedas motorizadas, cerró un muy buen 2017. El conjunto nacional fue séptimo en el Mundial de Estados Unidos y subcampeón de la Copa Sudamericana. Luego de lo hecho este año, Gonzalo Vilariño dejó la dirección técnica del equipo.

Tanto él como Sergio Raskovsky, su asistente técnico, abandonaron el cargo por una cuestión de agenda. Gonzalo se encargó de buscar a su reemplazante, quien ya está confirmado en el cargo: se trata de Baptiste Barriere, reconocido DT de la Liga de Francia, país pionero en el deporte y actual campeón del mundo.

«Tenemos hijos adolescentes y se complica poder estar en todo a la vez. Veníamos pensando en un cambio ya antes del Mundial pero no queríamos irnos antes del torneo. Los jugadores nos entendieron perfectamente. Siempre pensé que el reemplazante ideal era Baptiste. Es una persona que tiene muchísima experiencia en este deporte. Incluso en este etapa el equipo necesitaba alguien avocado a esto», le explicó Vilariño a paradeportes.com.

En el cargo desde el año 2014, Gonzalo deja su rol de entrenador de la Selección luego de conseguir un bicampeonato en las Copas Sudamericanas 2015 y 2016, el subcampeonato de este año y el séptimo puesto en el Mundial: «El año fue muy positivo. En el Mundial nos sorprendimos favorablemente del nivel que tuvimos respecto a las potencias. Participamos del partido por el quinto puesto con Japón y lo perdimos por penales, algo impensando. El resultado fue mejor de lo esperado. En la Sudamericana se notó la falta de entrenamiento y lo sentimos bastante. Pensamos que con la experiencia del Mundial se iba a dar una experiencia notoria».

Al igual que en su paso como entrenador por la Selección de fútbol para ciegos, donde fue campeón del mundo en 2002 y 2006, a Vilariño le tocó estar en la etapa de iniciación del equipo argentino de powerchair football. Sobre el legado que deja, manifestó: «Logramos inculcarle a los chicos el profesionalismo que implica ser parte de una Selección. Logramos la conformación de un buen grupo, que se respete una modalidad de trabajo. Estos chicos pueden crecer mucho más todavía».