“Hay que animarse porque se puede” 


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Patricio Guglialmelli fue el jinete paraecuestre que representó a la Argentina en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004 y Londres 2012, pero además lleva en la piel esa fuerte vocación por enseñar. Por eso decidió crear el Centro de Actividades Hípicas Tortuguitas. «Es un emprendimiento familiar que fue creciendo, especialmente nos dedicamos a la equino terapia», apunta Guglialmelli.

«Apuntamos a aquellas personas que lo puedan realizar desde la parte deportiva. Siempre comenzamos con equino terapia como semillero y a partir de allí, vemos quiénes pueden hacerlo y quiénes van a quedar en la parte terapéutica. También trabajamos con personas sin discapacidad”, comenta.

«Con mi esposa y mis hijas, más algunos voluntarios que son alumnos, somos los que llevamos a cabo todo el trabajo. Algunas veces contamos con la ayuda de los padres y de dos becas que tenemos en el Enard que nos ayuda para la práctica deportiva. La parte de la escuela es todo a pulmón. Lo ideal sería que no sean los alumnos los becados, sino que sean los caballos. Eso nos ayudaría mucho en la alimentación y en el mantenimiento de ellos”, explica Patricio, que también represento al país en los Campeonatos Mundiales de Inglaterra 2007, Kentucky 2010 y Normandía 2014

Guglialmelli mira hacia adelante, derrocha optimismo. «Tenemos proyectos muy importantes. Como deportista quiero buscar la clasificación para Río 2016. Y con mi familia queremos que la escuela siga creciendo. Quiero devolver todo la experiencia adquirida a la gente de Argentina”. En el final su balance: «Lo único que me interesa es que esto se pueda desarrollar. Tenemos que trabajar a nivel país. Nos tenemos que animar porque se puede, hay que apuntar a todos aquellos que, a partir de la equino terapia, puedan desarrollar este deporte”.